Proyecto de Identidad Visual

Desde el inicio, supimos que esta identidad debía transmitir prestigio, solidez y un legado que traspasa el tiempo. Inspirada en la historia y en símbolos con siglos de significado, la marca encuentra su esencia en el escudo de Contessina Bardi, noble florentina cuyo blasón incluía la icónica flor de lis. Este emblema, cargado de tradición, excelencia y distinción, se convierte en el alma del logotipo.

En nuestro diseño, la flor de lis se eleva y se fusiona con la verticalidad arquitectónica de un edificio estilizado, construido con líneas firmes y simétricas que evocan estabilidad, fuerza y visión de futuro. Es una representación visual que combina la herencia de un símbolo histórico con la modernidad y proyección de la arquitectura actual.

Cada trazo fue concebido para proyectar una sensación de grandeza y oportunidad, transmitiendo que la marca está ligada a proyectos de alto valor, donde el detalle, la precisión y la visión a largo plazo son esenciales. El uso del contraste entre el blanco del símbolo y el gris profundo de fondo refuerza su impacto visual y lo convierte en un sello distintivo, memorable y atemporal.

El resultado es una identidad visual elegante, poderosa y cargada de significado, diseñada para destacar en un sector donde cada proyecto es una pieza clave en la construcción de un legado.