Durante años, la comunicación interna en empresas se ha basado en los mismos formatos de siempre: emails largos, llenos de texto plano, sin apenas imágenes y con poca o ninguna creatividad. El resultado era evidente: baja atención, pérdida de interés y empleados que muchas veces ni abrían el correo. En 2025, esa tendencia está cambiando de raíz gracias al auge del diseño visual aplicado a la comunicación corporativa.
El problema de los emails tradicionales
Los correos electrónicos corporativos de toda la vida tienen varias desventajas:
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Son densos y requieren mucho tiempo de lectura.
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No apelan a la memoria visual del receptor.
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Tienen un bajo nivel de engagement.
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Generan la sensación de ser una obligación más que una oportunidad de informarse.
En definitiva, cuando un trabajador ve un correo de 500 palabras sin imágenes ni respiros visuales, su cerebro dice: “esto lo dejo para luego”… y ese “luego” nunca llega.
El auge del diseño visual en la comunicación empresarial
Hoy, gracias a herramientas accesibles como Canva, Flourish o incluso Figma, cualquier empresa puede transformar un mensaje plano en una pieza visual atractiva. Esto implica:
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Uso de infografías que resumen procesos complejos.
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Incorporación de vídeos cortos para explicar novedades.
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Inclusión de GIFs, iconos y tipografías modernas para captar la atención.
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Creación de presentaciones interactivas que sustituyen a los documentos PDF eternos.
El resultado es un cambio radical en la comunicación interna: de correos aburridos a mensajes dinámicos, atractivos y fáciles de recordar.
Psicología del diseño visual
La ciencia respalda esta transformación. Numerosos estudios han demostrado que la información visual se procesa 60.000 veces más rápido que el texto. Además, cuando un mensaje combina texto e imagen, la retención se multiplica: se recuerda hasta un 65% más que si solo se presenta en formato textual.
En otras palabras: si quieres que tus empleados recuerden las nuevas normas de seguridad laboral, olvídate de enviarles un PDF de 20 páginas. Un gráfico animado y un par de visualizaciones de datos tendrán mucho más impacto.
La llegada de la Generación Alpha al mundo laboral
Uno de los factores que impulsa esta revolución es la incorporación progresiva de la Generación Alpha (los nacidos a partir de 2010) al mercado laboral. Se trata de una generación que ha crecido rodeada de TikTok, Instagram y YouTube Shorts, por lo que su forma de procesar la información es eminentemente visual, rápida y fragmentada.
Para ellos, recibir un email sin diseño es como pedir un café en Starbucks y que te den un vaso de agua del grifo: decepcionante. Por eso, las empresas que quieran atraer y retener talento joven deben adaptar su comunicación interna a estos nuevos hábitos.
Herramientas que marcan la diferencia
Algunas de las herramientas más utilizadas en 2025 para la comunicación visual interna son:
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Canva: ideal para crear presentaciones, infografías y plantillas de email atractivas.
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Flourish: perfecta para diseñar gráficos interactivos y visualizaciones de datos.
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Figma: muy útil para diseñar interfaces y prototipos que luego se usan en la comunicación digital interna.
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Loom o Vidyard: permiten grabar y compartir vídeos explicativos cortos.
Lo mejor es que todas estas herramientas son accesibles, intuitivas y permiten a cualquier persona, sin necesidad de ser diseñador, crear mensajes mucho más atractivos.
Beneficios del diseño visual en la comunicación interna
Las empresas que ya han adoptado este enfoque reportan:
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Mayor participación en encuestas y feedback interno.
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Incremento en la tasa de apertura y lectura de correos internos.
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Mayor retención de la información clave.
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Creación de una cultura corporativa más moderna y dinámica.
En resumen, la comunicación interna visual no es solo una moda: es una herramienta estratégica para mejorar el clima laboral y la productividad.
Un toque de humor en la comunicación
Y, ojo, no todo tiene que ser serio. Incorporar humor y creatividad en los mensajes internos también ayuda a generar un ambiente más positivo. Un meme bien colocado o un GIF simpático pueden lograr que un empleado abra ese correo sobre la reunión mensual que, de otra manera, ignoraría.
Conclusión
La comunicación visual interna ha llegado para quedarse. En un mundo cada vez más rápido y digital, las empresas que sigan enviando emails aburridos quedarán atrás. La clave está en apostar por el diseño, la creatividad y el contenido visual para conectar de verdad con los equipos.
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